Por eso os mostramos aquí una técnica que al principio puede parecer un poco tediosa, pero con un poco de práctica se consiguen unos resultados muy buenos en un tiempo no muy largo.
Primero apuntamos el eje polar de la montura hacia la estrella polar.
Ahora apuntamos el telescopio a una estrella que se encuentre algo arriba del ecuador celeste y en dirección sur opuesta a Polaris.
En el portaocular, usaremos un ocular que nos de gran aumento, siendo preferible si tuviera retículo iluminado. Si no tienes y deseas construirte uno, sigue este enlace.
Si el ocular es reticulado, pondremos la estrella en el centro. Si no tenemos la suerte de poseer un ocular de este tipo, colocaremos la estrella en el borde norte o sur del campo y la desenfocaremos un poco para aumentar la precisión.
Haremos un seguimiento de la estrella mediante el motor del telescopio o manualmente, ya que los moviemientos de la estrella este-oeste no nos afectarán en este paso de la puesta en estación.
Si la estrella se mueve hacia el sur en el ocular, el eje polar apunta muy al este.
Si la estrella se mueve hacia el norte, el eje polar esta muy al oeste.
En cada caso, corregiremos la posición del eje polar a la izquierda o a la derecha según sea necesario hasta que no hayan más síntomas de deriva.
Una vez corregido el desplazamiento este-oeste, apuntaremos el telescopio a una estrella cercana al ecuador celeste que se encuentre baja en el cielo del este.
Si la estrella se mueve al sur, el eje polar apunta muy bajo.
Si la estrella se mueve al norte, el eje polar apunta muy alto.
De nuevo actuaremos sobre la montura para realizar las oportunas correcciones sobre el ángulo que forma la montura sobre el eje polar.
Si queremos aumentar la precisión, repetiremos de nuevo los mismos pasos, ya que posiblemente las correcciones hechas en un eje, hayan podido afectar al otro.
Autor: Vicente J. Molina García
Excelente,muchas gracias.
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