Por descontado, que Saturno es por no decir el más bonito, si es uno de los más bellos planetas de nuestro sistema solar y el que más complace la vista al astrónomo aficionado (y al que no lo és).
De color apagado, entre amarillento y gris, tiene una magnitud que ronda entre la 1 y la 0, con lo que destaca de inmediato en la constelación en que se encuentre.
Con un modesto instrumento como puede ser un refractor de 60 mm. podremos ver el disco del planeta con un anillo que lo rodea. Si ponemos más aumentos (con 50 basta), llegamos a distinguir el disco achatado del plantea sin detalles interesantes. Las observaciones realizadas por miembros de la agrupación con un refractor de 76 mm. desvelan que, con unos 100 aumentos, el planeta, cuando está en posición favorable y las condiciones atmosféricas son buenas, presenta una especie de débiles bandas, debiendo estar un buen rato pegado al ocular para distinguir unas de otras.
Respecto a los anillos, y siguiendo con los mismos aumento, se distingue una fina línea que divide el anillo en dos porciones iguales. Esta división, que en realidad tiene 5000 Kms, es la famosa división de Cassini.
Con observaciones realizadas a través de un reflector de 206 mm., la situación, como es de suponer, cambia drásticamente. Ahora, la esfera planetaria ya presenta ciertos detalles de las bandas y zonas del planeta distinguiéndose perfectamente. Algo sorprendente es divisar la sombra que los anillos proyectan sobre la superficie de Saturno, al igual que la que ésta produce sobre aquellos.
Los anillos vistos con el 206 mm. se dividen incluso en 7, siendo: A y B, los divididos por la división de Cassini. En la primera y más extensa (A), se aprecia la división de Encke. B, se divide en otro llamado C, dividiéndose éste último en D. B, tiene unas tres subdivisiones más, las cuales ya son más complicadas de observar y dependen enormemente de la calidad del cielo. Sólo dos de nuestros miembros creen haberlas visto.
MAGNITUDES DE LAS PRINCIPALES LUNAS DE SATURNO | |
NOMBRE | MAGNITUD |
I Minas | 12,2 |
II Encelado | 11,8 |
III Tetis | 10,5 |
IV Dione | 10,6 |
V Rhea | 9,9 |
VI Titán | 8,3 |
VIII Japeto | 10,7 |
Como se puede deducir, los satélites III al VIII son asequibles a un modesto 75 mm., siempre y cuando la atmósfera y la limpieza de las partes ópticas acompañes. Lógico es decer que con instrumentos mayores de 150mm. ya es posible ver el I y II, haciendo falta diámetros mayores de 300mm. para distinguir la otra gran familia de satélites que llegan a superara la magnitud 13.
En la figura superior se aprecian las órbitas de los satélites III, IV, V y VI, que como se comentaba en el párrafo anterior, son perfectamente visibles en instrumentos modestos.
Bajo estas líneas vienen dados los tiempos que tardan cada satélite en completar una órbita alrededor de Saturno.
DURACIÓN DE LAS ÓBITAS DE LAS LUNAS DE SATURNO | |
NOMBRE | TIEMPO |
I Minas | 22h. 36m. 36s. |
II Encelado | 1d. 8h. 52m |
III Tetis | 1d. 21h. 18m. |
IV Dione | 2d. 17h. 41m. |
V Rhea | 4d. 10h. 1m. |
VI Titán | 15d. 22h. 41m. |
VIII Japeto | 79d. 7h. 57m. |
Para averiguar y distinguir la órbita de una de estas lunas, lo mejor que podemos hacer es observar con una cierta periodicidad su movimiento a lo largo de la órbita realizando una fotografía o un dibujo. La práctica la podemos hacer con Titán, con lo que cada día haremos un dibujo o fotografía durante dos semanas. Terminada la secuencia, podemos superponer las imágenes en una sola y dibujar el camino que ha recorrido.
Pongámonos ahora en la tarea de detallar la observación de cada satélite:
- Para I Minas y II Encelado, por su cercanía a Saturno y su escaso brillo, necesitamos de un 150mm. de diámetro como mínimo. Con una 206 aparecen como unas pequeñas estrellitas de color un tanto amarillento y que en el periodo de 5 horas en una sóla noche, se puede apreciar una taslación de aproximadamente 1/4 del total de su órbita.
- III Tetis y IV Dione, tienen casi las mismas características que los anteriores, ya que disfrutan de la misma magnitud, aunque al estar más separados del disco planetario, resulta más fácil localizarlos.
- V Rhea y VI Titán ya son otra cosa. V Rhea parece cubrir 1/4 de su órbita cada día a la misma hora, por lo que intentar dibujar su órbita no debe ser ningún problema. VI Titán ya lo podemos ver con un simple vistazo al ocular. Distinguirlo es facilísimo como se ha dicho e incluso apreciar el color rojizo que lo caracteriza.
- FIII Japeto tiene la particularidad de abarcar las magnitudes de la 10,7 a la 12, según la posición donde se encuentre, ya que el aldebo (poder de reflejar la luz) es diferente en cada zona de la superficie de esta luna.
En definitiva, este grupo de siete lunas de este fabuloso planeta como es Saturno, no son excesivamente difíciles de estudiar por un astrónomo aficionado.
El mayor problema, es efectivamente, determinar con cierta exactitud la separación de estos satélites a los anillos del planeta, teniendo que usar para unos resultados aceptables, algún tipo de plantilla con las elipses ya determinadas.
Otro comentario para finalizar es el hecho de que en las primeras observaciones, los satélites se confunden con otras estrellas, con lo que se complica la observación.
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